OLA CONTRA OLA
En mi último viaje a Donostia bajé por la noche hasta la playa de la Concha, quería lanzar un puñado de arena al mar para comprobar si ya había suficiente plancton para provocar la fosforescencia del agua, como he hecho en ocasiones anteriores. Esta vez no fue así pero al pasar sobre el puente del río observé un choque entre vibraciones diferentes de la naturaleza.

arroyo de otoño
El agua del río bajaba con bastante empuje, las olas del mar batían en sentido contrario. Se veían las ondas opuestas del río y del mar, y en el punto en que se encontraban chocaban con cierto estrépito y provocaban una onda, una vibración natural mucho mayor que cada una de ellas. A las vibraciones del agua se sumaban las provocadas por la luz de las farolas del puente; una gran belleza.
Una vez más constaté que en la vida todo, empezando por nosotros mismos, son vibraciones
Enric Aulí M.
2 comentarios
Xavier Perarnau
3 abril, 2018, a las 10:24 (UTC 2) Enlace a este comentario
OM!
nomadics
6 abril, 2018, a las 04:12 (UTC 2) Enlace a este comentario
Gracias por el regalo, un beso grande!!!